La mejor forma de limpiar los cabezales del vídeo es hacerlo de forma manual. Las cintas limpiadoras suelen dejar rastros en el aparato y son muy abrasivas. La limpieza debe realizarse con un trapo de algodón levemente humedecido en alcohol asegurándose de que no deje residuos. Hay que mover los cabezales y pasar por ellos el pañuelo. Además de los cabezales hay que limpiar diversos elementos del mecanismo interno del aparato como el cabezal de borrado, el rodillo de tiro, los guía-cintas, los rodillos tensores, etc. Solo de esta forma se asegura el correcto funcionamiento del aparato.
En cuanto a la periodicidad no hay ninguna regla básica. Hay que sopesar el uso que se le da al vídeo, evaluando las horas que se graban, las que se visionan y procurando utilizar el rebobinado de forma correcta.