Salir de casa con un manojo de llaves es una práctica común para la mayoría de las personas. Por ello, en algunos casos, una buena solución puede ser optar por el amaestramiento. Las llaves maestras permiten reducir el manojo y el peso en el bolsillo. Con ellas se pueden abrir varias puertas, o candados, a pesar de que cada cerradura cuente con su propia llave.
Resultan muy útiles en caso de emergencia o pérdida de las llaves individuales, ya que con ellas se abren varias puertas. No obstante, algunos amaestramientos son más fáciles de manipular que otras cerraduras, por lo que la seguridad puede disminuir. Es importante proyectar el plan de cierre y establecer el número de cerraduras que se quieren manipular con la misma llave.
Las llaves maestras se emplean en viviendas con varias puertas de acceso o aquéllas que conectan con un garaje. Oficinas y comunidades de vecinos son otros ámbitos de aplicación. Basta tener en cuenta el perfil de cada cilindro, si bien algunos modelos sirven para cerraduras de distinto perfil. Una planificación acertada facilita, además, la ampliación del amaestramiento, si fuera necesaria.
Utilización en comunidades
Las llaves maestras que se utilizan en comunidades de vecinos permiten a una única persona abrir todas las cerraduras de su propiedad: vivienda, portal, garaje, trastero… La principal ventaja es que cada vecino tiene su propia llave maestra, aunque algunos accesos sean comunes (portal y garaje), sin que eso signifique que pueda abrir las puertas del resto de inquilinos.
Con una única llave se abren todas las puertas de la propiedad: vivienda, portal, garaje y trastero
Las llaves son aparentemente iguales, pero los tallados difieren. Son los cilindros los que se amaestran para ser manipulados por determinadas llaves. En todo caso, sólo los amaestramientos cruzados abren varias puertas de diferentes propietarios, por ejemplo, en el caso de garajes y trasteros -se justifican por motivos de seguridad- o en oficinas con accesos restringidos.
Los grandes edificios, como hoteles u hospitales, suelen disponer de una llave gran maestra, que abre todas las puertas con amaestramientos sencillos. Con ella se manipulan todas las cerraduras del edificio.
Hay que presentar una tarjeta de seguridad cuando se quiera realizar una copia
Por motivos de seguridad, las llaves maestras disponen de medidas especiales a la hora de duplicarlas. Así, los amaestramientos suelen ser registrados y exigen la presentación de una tarjeta de seguridad cuando se quiera realizar una copia de la llave original o ampliar el plan de cierre a otras cerraduras.
Con esta práctica, se controla la duplicación de las llaves y se evita que personas no autorizadas dispongan de estos modelos. Por ello, es importante guardar la tarjeta correspondiente en un lugar seguro.