Las capas de hielo que se forman en el congelador y cubren sus paredes interiores generan varias consecuencias negativas. Estas afectan tanto a los alimentos que se conservan dentro, ya que no se alcanzan las temperaturas convenientes, como para el aparato, al que obligan a trabajar más de lo normal. En este artículo se detallan consejos para cuidar el congelador y los alimentos, cómo evitar que se forme hielo en el congelador y la importancia de descongelarlo de manera periódica.
Cuidar el congelador para proteger los alimentos
Para conseguir un rendimiento óptimo del congelador, es fundamental que sus paredes interiores y la parte interior de la puerta se mantengan libres de hielo. ¿Por qué? Simple: las capas de hielo que se forman allí crean un efecto aislante que impide la correcta transmisión del frío producido por el frigorífico hacia su interior.
Esto tiene varias consecuencias perjudiciales, tanto para los alimentos que se guardan dentro como para el propio aparato.
➡️ No alcanza la temperatura necesaria
Por un lado, se debe tener en cuenta que la finalidad de congelar alimentos consiste en causar el cese de la actividad enzimática que existe en todos ellos, y así evitar su descomposición. La temperatura a la que esa actividad enzimática se detiene es -30ºC.
Los congeladores, por lo general, se diseñan para trabajar en torno a -18ºC, temperatura a la cual esa actividad no se frena pero sí es muy lenta. Por ello, los alimentos no se pueden guardar de forma indefinida y tienen un lapso máximo. Aquí puedes ver cuánto duran en buen estado los alimentos congelados y en la nevera.
Un congelador cuyas paredes interiores estén cubiertas de hielo no podrá alcanzar las temperaturas para las que fue diseñado. Según el grosor de las capas de hielo, es posible que no pueda bajar de -5ºC, lo cual podría acarrear efectos negativos en el mantenimiento de diversos productos. Aunque para el tacto humano es muy difícil o imposible notar la diferencia a muy bajos registros térmicos, es fundamental prestar atención a este tema.
➡️ Sobrecarga del motor
Por otra parte, como el congelador no alcanzará las temperaturas adecuadas para las que está programado, detectará esta carencia y obligará a su motor a trabajar más tiempo de lo normal.
Los perjuicios de tal sobrecarga de trabajo son evidentes: mayor consumo eléctrico y reducción de la vida útil del electrodoméstico.
Cómo evitar que el congelador haga hielo
El hielo se forma debido a la humedad ambiental. Cuando en el congelador ingresa aire, la humedad presente en él entra en contacto con las paredes frías del interior del aparato. Se condensa y, como resultado, se transforma en hielo, que se acumula y crea una capa.
Un ejemplo de ello se puede ver en los supermercados, donde a menudo los congeladores tienen las paredes cubiertas de gruesas capas de hielo, a causa de que la puerta permanece abierta mucho tiempo. Por tal motivo, conviene realizar dos acciones fundamentales:
✅ Abre la puerta solo lo imprescindible
Abrir la menor cantidad de veces posible la puerta del congelador y tratar de que el tiempo que la puerta esté abierta sea breve.
✅ Cuida la goma de la puerta
Además, es imprescindible que la goma de la puerta esté en perfecto estado y permita cerrar de manera hermética. El menor resquicio que deje libre debido al desgaste hará que se filtre el aire y se formen capas de hielo, con el agravante de que uno de los lugares más afectados será la parte interior de la propia puerta.
Esto último, poco después, también hará más difícil que se cierre bien, lo cual provocará que se filtre más aire, etc. Es decir, es un círculo vicioso. Por tal motivo, ante la más pequeña señal de que la goma se ha deteriorado, lo conveniente es cambiarla por una nueva.
Limpiar el hielo de la nevera y el congelador
Limpiar el hielo de la nevera y el congelador no es difícil, pero hay que hacerlo con cuidado para evitar estropearlo:
➡️ Vaciar frigorífico y congelador
Lo primero que hay que hacer es vaciar lo más posible el electrodoméstico (a veces hay alimentos congelados rodeados de hielo y no pueden sacarse).
➡️ Desenchufar el electrodoméstico
Lo más conveniente es desenchufar el frigorífico antes de proceder a limpiarlo.
➡️ Utilizar vapor de agua
Para facilitar la tarea del deshielo, puedes poner dentro del frigorífico un cazo de agua hirviendo. Para ello, primero debes quitar los estantes y, tras colocar el cazo de agua hirviendo -sobre un salvamanteles-, cerrar la puerta. El vapor ayuda a que se desprendan placas de hielo. Pasados 20 minutos, se podrá ir retirando el hielo..
➡️ Paño caliente y rasqueta de nieve
También puede utilizarse un paño húmedo (remojado en agua muy caliente) para con él desprender parte del hielo. Para ello, siempre que ya esté blando o se mueva, puedes ayudarte de una rasqueta como las del coche. Debes utilizarla con cuidado para no dañar la pared de la nevera.
En general, conviene descongelarlo al menos una vez al año, más allá de que no se haya producido durante ese lapso ninguna filtración excesiva de aire que haya derivado en gruesas capas de hielo. Un año es tiempo suficiente para formar —incluso en equipos modernos con sistema de descongelado automático— una capa de medio centímetro de espesor. Aunque no sea muy gruesa, eliminarla contribuirá a consumir menos y optimizar el rendimiento del electrodoméstico.
La mayoría de los frigoríficos son no frost. ¿Qué son los frigoríficos no frost? Estos aparatos reparten frío por todos los rincones por igual, de modo que llega a todos productos de manera homogénea. Pero su principal característica es que no acumulan hielo en su interior y que la descongelación es automática, por lo que no hay que hacerla a mano anualmente.