Los lavabos habitualmente suelen estar fabricados en materiales cerámicos, con lo que se consigue una decoración uniforme con los azulejos y el gres de los cuartos de baño, al combinar en estos elementos el mismo material de fabricación.
Sin embargo a la hora de elegir el material en el que está fabricado el lavabo podemos optar por materiales que no combinen, pero que contrasten con la decoración circundante. Así, pueden utilizarse, por ejemplo, lavabos metálicos o de cristal.
En este caso el lavabo en lugar de encontrarse encastrado en una encimera está encima de ésta, que está fabricada en un material no muy habitual en los baños, la madera, aunque si está bien tratada no tendrá problemas de humedad.
El resultado final suele ser estéticamente muy acertado, ya que se consigue combinar en una misma zona una variedad de colores y de superficies muy amplia, con un material vivo como la madera, que puede decorarse de muy diversas maneras, el metal de los grifos y el cristal o el acero inoxidable del lavabo.