Las materias primas con las que se realizan las encimeras han evolucionado en los últimos años. Pasado ya el “boom” de las superficies de mármol o granito, los materiales más demandados hoy en día son los sintéticos. Con gran variedad de colores y acabados, se caracterizan por su resistencia, funcionalidad, estética y facilidad al limpiarlos.
Tipos de materiales, de clásicos a innovadores
Materiales sintéticos, madera, acero inoxidable o piedras naturales conforman una amplia gama para todos los gustos y exigencias. Desde las más clásicas a las más innovadoras, estas superficies proponen colores, texturas, acabados y prestaciones diferentes para que se adapten a los gustos y presupuesto de cada consumidor.
Mármol. Económico y resistente, ha sido durante muchos años, junto con el granito, el material más presente en las cocinas. Otra de sus ventajas es la gran variedad de colores y acabados. Sin embargo, su textura porosa hace que se manche con facilidad y que sea vulnerable al desgaste y al paso del tiempo. Además, si se expone a productos abrasivos o ácidos, pierde brillo.
Granito. Requiere menos cuidados que el mármol y tiene una gran resistencia al calor, a los golpes y a los productos químicos. Es una buena opción decorativa, ya que la gama de colores es amplia y su acabado, muy vistoso. Su principal inconveniente reside en el elevado precio.
Madera. Estas encimeras se fabrican en maderas nobles como el haya o el roble, lo que encarece el producto, pero aporta a la cocina un toque rústico y natural. Su principal desventaja es que es un material vivo muy sensible a la humedad si no se ha tratado previamente con algún producto sellador. Es un material poroso, poco resistente al calor y a los productos abrasivos y ácidos, que se raya con facilidad.
Estratificado. Es el tipo de superficie más económica. Esta encimera está compuesta por un tablero laminado de aglomerado plastificado a alta presión. Entre sus ventajas, destaca que la lámina que lo recubre imita cualquier tipo de material. No obstante, se raya con facilidad, no soporta elementos calientes, productos abrasivos o ácidos, ni el agua, que puede terminar por pudrirlo. Es una buena opción para quien no se quiera gastar mucho dinero y tenga previsto cambiar la encimera en unos años.
Acero inoxidable. No es un material muy común pero se utiliza en cocinas de diseño vanguardista y sirve de contraste si se dispone de muebles de madera. Muy indicado para cocineros y amantes del estilo industrial, es una opción muy higiénica. Sencilla de limpiar, resistente al calor y a los ácidos. Este tipo de superficie sufre, sin embargo, los golpes y arañazos.
Corian. Es una mezcla de minerales naturales -tres cuartas partes- y polímeros acrílicos -una cuarta parte- que dan como resultado un material sólido y homogéneo, cálido al tacto, parecido a las superficies de piedra y duro como ellas, pero similar a la madera en cuanto a la facilidad de corte. Este material está disponible en más de un centenar de colores que permanecen inalterables ante la luz, incluso en exposiciones intensas. Sus inconvenientes son su elevado precio y su vulnerabilidad al calor.
Silestone. Es un compuesto formado por aglomerado de cuarzo (94%), resinas polímeras y cristal, lo que le dota de una gran resistencia. Su acabado es similar al granito, pero al ser un material no poroso, es cuatro veces más resistente que éste. Además, responde bien al desgaste, las manchas y los arañazos, y su mantenimiento y limpieza son muy sencillos. Se puede elegir entre 49 colores, lisos, mates o brillantes, que hacen del silestone el material más utilizado hoy en día. Sin embargo, es uno de los más caros y es muy sensible a los cambios de temperatura, por lo que no es recomendable colocar sobre él cazuelas o sartenes que acaben de estar al fuego.
Mármol Compac. Realizado con mármol y cuarzo, destaca por una gran resistencia al impacto. Estas superficies son muy ligeras y libres de poros, lo que facilita su limpieza. Responde bien a la abrasión, los ácidos y los aceites. Su precio es muy inferior al mármol natural.
Al elegir la encimera, hay que fijarse en la forma del canto o saliente
Al elegir uno u otro modelo de encimera hay que tener en cuenta la forma que tendrá el canto o saliente de la misma. La opción más frecuente son los cantos rectos, sin forma y con ángulos de 90º, o redondeados, ya sean de un cuarto de circunferencia o de media, es decir, de medio baquetón (se remata de forma redonda por arriba y recto por debajo) o baquetón (el remate es redondo en ambos casos). El canto chaflán (remate en 45º), el biselado (combinación del remate de 90º y de 45º) o el canto en forma de “pico flauta” redondeado (canto cortado y acabado en un vértice) son otras opciones. La versión antigoteo tiene un saliente superior para evitar que los vertidos de líquido caigan al suelo. En el caso de los mármoles, hay formas de canto diferentes y muy decorativas. Es el caso de los diseños en “pecho paloma” (doble escalón redondeado) y media caña con rebaje.