La colocación, y sobre todo la posterior limpieza, de las moquetas suele ser un proceso complicado, porque implica primero la retirada de todos los muebles para su colocación. Luego, la limpieza de estos suelos suele ser muy molesta, debido a que acumulan y atraen mucho polvo.
Pero el empleo de nuevos materiales que no absorben la suciedad facilita la higiene de este tipo de recubrimiento.
Existen en el mercado moquetas fabricadas en materiales de alta densidad que impiden que el polvo se adentre en su estructura. Están fabricadas con fibras poliamidas de alta resistencia a los rayos solares, lo que asegura que perdure su color original y las protege frente a productos de limpieza agresivos como la lejía, que tal vez tengamos que emplear para eliminar manchas difíciles.