La elección de un producto de limpieza inadecuado, el contacto fortuito con líquidos o el simple paso del tiempo provocan manchas en el mobiliario de un hogar. Es fundamental eliminarlas de inmediato para evitar que penetren en la madera y causen un deterioro mayor. El modo de proceder varía en función de la naturaleza de la mancha. Si es oscura, se debe utilizar un producto aclarador, como el ácido oxálico. Para las pérdidas de color, es preciso emplear cera tintada.
Manchas oscuras
El vino, la tinta, el alcohol y los perfumes son enemigos de la madera. Cuando entran en contacto con los muebles, ocasionan unas manchas de color oscuro. Para borrarlas, hay que decolorar las zonas afectadas y recuperar el tono anterior. Es posible utilizar varios productos aclaradores. La lejía, el agua oxigenada, el aclarador químico y el ácido oxálico son los más habituales.
Por su composición, en el momento de la aplicación cualquiera de ellos exige llevar guantes, gafas protectoras y extremar las precauciones para evitar posibles salpicaduras. Con una brocha de fibra se extiende el producto por la superficie afectada. Se deja actuar durante varios minutos y se aclara con alcohol. Si es una mancha antigua, es recomendable aumentar el tiempo de secado o repetir todo el proceso varias veces hasta eliminar por completo la decoloración.
Pérdidas de color
La exposición continua o el derrame involuntario de agua también deja huella en los muebles. El efecto más habitual que genera, a diferencia del vino o la tinta, son manchas de un color más claro que el tono natural del mobiliario. El uso continuado de un producto de limpieza o de mantenimiento inapropiado para la naturaleza causa el mismo efecto.
El uso continuado de un producto de limpieza inapropiado causa decoloraciones en el mobiliario
Para unificar las diferencias de color, se debe utilizar cera tintada o un tinte de madera de un tono más oscuro que el original del mueble. Conviene emplear lana de acero para aplicar el producto. A continuación, se frota con energía hasta conseguir que la cera penetre en la madera. Una vez que la mancha ha desaparecido, es recomendable encerar la superficie para reforzar la protección del mueble y aumentar su brillo.
La limpieza periódica con agua y jabón ha sido uno de los remedios tradicionales para limpiar un mueble. Sin embargo, no es una solución apropiada. Cuando el mobiliario se somete a este proceso, a largo plazo, las fibras que componen la madera se hinchan, los enchapados se levantan y las uniones del mueble se deterioran.
Para un correcto mantenimiento del mobiliario con acabado encerado, se recomienda utilizar sólo productos compuestos de cera de abeja. Devuelven el brillo original y contribuyen a mantener su aspecto original durante más tiempo. Para evitar manchas, después de su aplicación es posible extender un impermeabilizante específico.