El kalanchoe es uno de los ejemplares crasos con una floración más atractiva gracias a la amplia variedad cromática que presentan sus flores, que pueden ser desde amarillas a violetas pasando por la gama de los rojos y naranjas. Por este motivo, con un solo ejemplar que apenas requiere cuidados es posible disfrutar de diversos colores en el balcón o ventana donde se encuentre ubicado.
Es un vegetal perteneciente a la familia de las crasuláceas, ejemplares que poseen un sistema de raíces, hojas y tallos carnoso y de mayor grosor que el de otras plantas. Gracias a él pueden acumular en su interior reservas de agua, motivo por el cual las plantas crasas necesitan ser regados con demasiada frecuencia y pueden aguantar incluso periodos de sequía. El kalanchoe proviene de Madagascar y se conocen más de 200 variedades diferentes.
Al igual que la echeveria, por ejemplo, puede llegar a florecer en cualquier época del año, aunque normalmente suele ser un ejemplar de floración invernal, lo que lo convierte en la planta perfecta para decorar el interior de cualquier casa en los meses más fríos del año.
Lograr que florezca puede incluso llegar a ser complicado para la poca duración de la recompensa que se obtiene, ya que a pesar de la mencionada belleza cromática de sus flores éstas se mantienen lozanas durante poco tiempo.
Si quiere ver florecer el kalanchoe deberá colocarlo durante ocho o diez días en un lugar luminoso y cálido, en el que reciba los tenues rayos solares invernales, durante cuatro o seis horas. Se trata de un ejemplar «de día corto», motivo por el cuál florece en invierno y sus flores no son muy duraderas.
Debemos tener mucho cuidado con la calefacción porque, a pesar de necesitar calor para florecer, también habrá que aportarle un merecido reposo invernal una vez haya terminado su periodo de floración.
Se trata de un ejemplar muy resistente a las enfermedades, aunque puede llegar a ser atacado por pulgones, que pueden provocar la caída prematura de sus hojas. También puede verse afectado por las cochinillas o el mildeu.