Obras en el baño: mantener la caída hacia la bajante

La elevación de los sanitarios consigue que no pierdan la pendiente para evacuar las aguas residuales
Por EROSKI Consumer 3 de enero de 2007
Img bajante
Imagen: Markus Stepin

Las bajantes son canalizaciones verticales por las que circulan aguas pluviales y residuales. Las primeras descienden verticalmente desde los canalones y los sumideros del tejado hasta una arqueta o colector, mientras que las segundas se vierten desde las redes de pequeña evacuación e inodoros.

La caída de ambas puede ser independiente o conjunta, según la disposición prevista en cada inmueble. No obstante, son canalizaciones compartidas por todas las viviendas de un edificio. Cada bajante llega desde el tejado hasta la arqueta o colector. Traza un único recorrido y, en su itinerario, recoge las aguas correspondientes.

Cada bajante llega desde el tejado hasta la arqueta o colector

En el caso de la bajante de aguas residuales, traslada los desechos de cada vivienda. Para ello, es necesario que las tuberías domésticas y la conexión del inodoro tengan una pendiente determinada. Aunque es posible que la distribución de las habitaciones sea diferente en cada casa, los cuartos de baño siempre se localizan en las mismas estancias de cada uno de los pisos del edificio para mantener las conexiones y la pendiente hacia la bajante.

La distancia entre el inodoro y esta canalización ha de ser la mínima posible. Por ello, cuando se decida desplazarlo, el movimiento debe ser limitado. En todo caso, se puede alejar siempre que se eleve hasta conseguir de nuevo la pendiente correspondiente. Cuando se realiza esta obra, lo habitual es colocarlo sobre un pedestal o en una zona elevada para lograr la caída.

Requisitos

Para evitar la fuga de malos olores deben contar con cierres hidráulicos y sistemas de evacuación de gases

Al transportar aguas residuales, es esencial evitar la fuga de malos olores. Las bajantes deben disponer de cierres hidráulicos que impidan el paso del aire contenido en ellas y sistemas de ventilación que permitan la evacuación de gases mefíticos. Asimismo, la red de evacuación ha de tener un trazado sencillo, con distancias y pendientes que faciliten la caída de los residuos.

Otros aspectos que hay que tener en cuenta respecto a las tuberías son: la accesibilidad para su mantenimiento y reparación, y el diámetro, que ha de ser apropiado para transportar los caudales previsibles en condiciones seguras.

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