En cualquier época del año, excepto cuando hiela en invierno, pueden obtenerse nuevos ejemplares a través de la multiplicación por esquejes blandos.
Para llevar a cabo esta tarea, el primer paso consiste en seleccionar el esqueje de aquella parte del arbusto o planta que no tenga leña. Independientemente de que el propio esqueje haya sido obtenido de un tacón o de un tallo terminal, éste debe medir entre los 3 y los 15 centímetros de altura. Esta oscilación depende de las dimensiones de la planta madre, es decir, a mayor talla del ejemplar original, más cerca deberá estar el esqueje de los 15 centímetros y viceversa.
Si ya se tiene el esqueje será conveniente arrancar las hojas de la mitad inferior y dejar sólo aquellas que se encuentren en la zona terminal de la rama. En el caso de que sean muchas las hojas que quedan en el extremo es recomendable ir quitando hasta dejar no más de tres. Si además, éstas fueran particularmente grandes será aconsejable cortarlas por la mitad, a fin de aumentar las posibilidades de que el esqueje salga adelante.
Cuando ya se tiene el esqueje se introduce el mismo en una maceta previamente preparada con la mezcla de arena y turba adecuada a las necesidades del ejemplar. Con la ayuda de un lápiz, o algo similar al diámetro de éste, se realizará el agujero donde se debe introducir el esqueje y después insertarlo. Una vez dentro será aconsejable volver a compactar el sustrato que lo rodea, para lo que se presionará la superficie con las manos. Inmediatamente después se regará con generosidad y con cuidado de no mojar las hojas.
El mantenimiento de la humedad es una de las mayores preocupaciones que debe tener el jardinero para que el esqueje salga adelante. Una medidas que se puede adoptar consiste en plantar varios esquejes en la misma maceta y tenerlos muy juntos, porque entre ellos se ayudarán a salir adelante y mantener la humedad. También es oportuno colocar la maceta en una zona sombreada y protegida del sol y los vientos. Obviamente, será vital un aporte de agua continuado y abundante, especialmente en los días que le sigan a su plantación.
Para concluir, hay que subrayar que resulta mejor untar la base de los esquejes blandos en hormonas de enraizamiento antes de enterrarlos en el sustrato para que prosperen. También conviene saber que el momento más oportuno de realizar la multiplicación por esquejes puede variar de unas especies a otras.