Los organizadores de tela son accesorios colgantes con compartimentos o bolsillos donde se pueden guardar desde objetos muy pequeños, como horquillas para el pelo o cepillos de dientes, hasta más grandes, como toallas o botes de gel y champú. También se pueden diseñar con tela cubos para guardar la ropa sucia. Pueden colgar de la pared, mediante ganchos que se pegan sobre los azulejos, o de los muebles del baño, ya sea en su interior o exterior, con chinchetas o velcro.
Organizadores de tela en el cuarto de baño: prácticos y ligeros
Los organizadores colgantes de tela son una opción muy interesante para aprovechar espacios en el cuarto de baño y, al mismo tiempo, dotarlo de un estilo personal. Existen organizadores de muy variadas formas y materiales, que se pueden ubicar en diferentes lugares de la estancia.
Por un lado, algunos organizadores colgantes, al desplegarse, forman una especie de pequeños compartimentos situados unos sobre otros (como si fueran huecos para guardar botellas de vino). Se pueden colocar en la pared y su gran ventaja es que, al ocupar poco espacio, permiten aprovechar rincones y huecos en los que no cabe un mueble de madera u otro material rígido. Son muy prácticos para guardar objetos de tamaño reducido y de poco peso, como toallas de mano, rollos de papel higiénico, neceseres, etc.
Por otro lado, hay también sistemas con bolsas que se cuelgan y quedan como «sobres» apoyados en la pared. La abertura en la parte superior permite guardar dentro de ellos cualquier objeto que no sea demasiado grande: desde pinzas de depilar, tijeras y cepillos de dientes hasta botes de crema, champú o gel de ducha. Al ser muy fáciles de realizar, se pueden diseñar los dibujos y tamaños que uno decida para los bolsillos.
Cubos para la ropa sucia
En el baño se pueden emplear organizadores de tela o nailon para la ropa sucia
La tela de nailon es un material idóneo para confeccionar cubos en los que guardar la ropa sucia o usada, ya que esta se airea sin necesidad de huecos o agujeros que hagan que alguna prenda pueda quedar visible. Una tapa de la misma tela y que se cierre con velcro es el complemento perfecto para estos cubos, que también pueden estar a una altura elevada, otra manera de aprovechar el espacio. Un solo cubo puede valer para toda la ropa o bien es posible diseñarlos según el propio gusto, con diseños originales. Se pueden confeccionar varios cubos para separar la ropa: uno para la blanca, otro para la de color, otro para la delicada, etc.
El secreto radica en dejar volar la imaginación. En el mercado se comercializan también organizadores colgantes compuestos por argollas unidas unas con otras. Un accesorio tan simple como este puede ser muy útil, ya que permite colgar toallas, prendas menores, horquillas para el pelo o cualquier otro adminículo que se adapte.
Muchos organizadores necesitan un solo punto donde colgarlos. En ese caso, se puede recurrir a pequeños ganchos que se pegan en el alicatado de la pared, ya que todas estas estructuras de tela son ligeras y no están diseñadas para sostener grandes pesos. Si el colgante necesita dos soportes, se pueden colocar dos ganchos, pero también existe la posibilidad de utilizar una percha: solo necesita un punto donde colgarse y, en general, otorga una barra de unos 40 centímetros de longitud donde sujetar un organizador.
Otra alternativa es colgarlos en los muebles. Tanto la parte exterior como interior de los laterales y la puerta de cualquier mueble se puede aprovechar para colocar un organizador de tela. En ese caso, según el material del mueble, se puede afianzar con chinchetas, con algún pequeño gancho que se sujete a la parte superior de la puerta o con un velcro colocado en el lado interior del mueble.