Las tuberías de desagüe que discurren paralelas a las fachadas de las viviendas para hacer llegar a las alcantarillas el agua de la lluvia que baja de los tejados pueden utilizarse de forma similar para proteger el cableado eléctrico de un edificio.
Aunque generalmente esta decisión ha de tomarla el contratista, puede que la comunidad de propietarios llegue a tener opción de barajarla, al igual que cualquiera que decida construir una vivienda unifamiliar y desee ponerla en práctica.
La idea consiste en hacer discurrir el cableado eléctrico que deba pasar por la fachada por el interior de un tubo metálico o de pvc, que ha de taparse por su parte superior para evitar que se mojen los cables. Evidentemente los cables ya están tratados para que el agua no los dañe, pero a través de este sistema quedan aún más resguardados ante todo tipo de eventualidades.