Las chinches suelen esconderse en el mobiliario. Cualquier grieta en los armarios es óptima para descansar, pero también se encuentran cómodas en costuras de colchones, huecos de somieres, mesitas de noche, alfombras, moquetas, cortinas o rodapiés. Incluso, asegura la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA), se pueden localizar detrás de los cuadros, bajo papeles pintados y dentro de los enchufes. «Son insectos que se alimentan exclusivamente de sangre, preferentemente humana. En consecuencia, suelen esconderse en lugares próximos a su fuente de alimentación», explica la asociación.
Los dormitorios son sus estancias preferidas, de ahí que se les conozca como «chinches de cama». Hoteles, residencias, hospitales, viviendas y albergues -donde se da una mayor concentración de personas- son algunos de sus lugares preferidos. Precisamente, la última noticia sobre su existencia ha surgido en el Camino de Santiago, tras la detección de una plaga de chinches en diversos alojamientos de Fisterra (A Coruña), Triacastela y Portomarín (Lugo).
Según los datos que maneja ANECPLA, a pesar de que esta plaga estaba «prácticamente erradicada en España», en los últimos meses se han detectado varios focos. La zona más afectada es la costa.
Cómo actuar
El método tradicional para combatir las chinches consiste en recurrir a insecticidas específicos para esta tarea. Una solución más drástica, y menos económica, es la renovación del mobiliario afectado. A pesar de que este insecto «no transmite ninguna enfermedad», afirma ANECPLA, sus picaduras producen «irritación cutánea, riesgo de infecciones secundarias, incomodidad e insomnio».
Sobre las «prácticas de riesgo», hay que tener cuidado a la hora de adquirir mobiliario antiguo, más aún si se trata de camas o mesitas de noche. El posible deterioro de estos muebles es un escondite idóneo para las chinches. También el uso de sistemas de calefacción y aire acondicionado propicia una temperatura adecuada para el desarrollo de esta plaga, así como su resistencia a los insecticidas.
Hay que revisar cuidadosamente el mobiliario, especialmente, si se trata de muebles de segunda mano o «enseres de dudosa procedencia»
Por último, cuando las chinches se detecten durante un viaje, es necesario revisar todo el equipaje antes de partir. Estos insectos pueden trasladarse de un lugar a otro ocultos en las maletas.
La prevención es uno de los métodos más eficaces para combatir esta plaga. Por ello, ANECPLA recomienda revisar cuidadosamente el mobiliario de los establecimientos de hospedaje, así como los muebles que se adquieran, especialmente, si se trata de muebles de segunda mano o «enseres de dudosa procedencia». Estas medidas son también útiles para los colchones, somieres y mantas.
La temperatura y la humedad son dos factores que inciden de manera determinante en la conservación de las piezas antiguas. Es importante que el mueble no reciba directamente la luz del sol y que no se coloque cerca de una fuente de calor, puesto que los cambios de temperatura son perjudiciales para la madera. En cuanto a la humedad, un humidificador contribuye a mantener un nivel de humedad estable.
Otra cuestión que se debe cuidar es la limpieza de los muebles. Es aconsejable no emplear ningún limpiador que contenga silicona. Tampoco conviene abusar de productos como la cera, ya que la madera puede resentirse.