Reciclar está en la mano de todo el mundo, tan sólo ha de ponerse un poco de empeño. En ocasiones resulta divertido y se pueden conseguirse resultados sorprendentes. Con la siguiente idea se pueden recuperar portamacetas oxidados, o comprar unos nuevos, y darles una utilidad completamente diferente de aquélla para la que han sido concebidos.
La idea consiste en decorar y transformar estos aros para que se adapten al estilo decorativo del cuarto de baño, y se puedan colgar en ellos toallas o colocar los vasos en los que se guardan el dentífrico y los cepillos de dientes.
Para confeccionar algunos de los accesorios, como el portarrollos o el toallero -para este último no es imprescindible-, será aconsejable cortar una porción de la parte circular del portamacetas. Para llevar a cabo la tarea nada mejor que una sierra de metal.
Después conviene lijar bien todos los portamacetas, eliminando completamente los restos de oxido que puedan tener. Aplicar dos capas de imprimación fosfatante para que se agarre bien el color definitivo de los diferentes elementos del baño.
Una vez seca la imprimación se pintará el portamacetas con un color acorde con la decoración del baño. Si se quiere que tengan un aspecto rustico y oxidado, será recomendable pintar pinte, en primer lugar, con pintura oleaginosa marrón oscura. Se dará una segunda mano, pero mezclando el óleo con un poco de secativo de cobalto para acelerar el proceso de secado.
Cuando se seque el óleo marrón se aplicarán pequeños toques de color rojo cadmio, y se dejará que la pintura se seque parcialmente. También se puede aplicar, en pequeños toques, un color amarillo ocre hasta conseguir un efecto de hierro oxidado.
Si se ha excedido con los últimos colores se volverá a pintar un poco con el color marrón oscuro hasta conseguir un resultado convincente. Luego se rematarán los extremos, que se han cortado para realizar el portarrollos y el toallero con una bola de madera.
Es conveniente realizar un agujero para poder colocarla en cada extremo de las jardineras cortadas, y decorarla para simular que está oxidada. Acto seguido habrá que trasladar la silueta del colgador a un trozo de madera, recortarlo y barnizarlo. La pieza recortada se encajará a presión y se fijará a la pared con un taco y un martillo.
Asimismo también se puede emplear el portamacetas para su principal función, colocando sobre ellos ejemplares de anturio, pilea, violeta africana, maranta o helecho, las cuales se adaptan perfectamente a un ambiente húmedo como el de los cuartos de baño.