La protección es el aspecto más importante para evitar accidentes. Sin embargo, a la hora de realizar tareas cotidianas de bricolaje no siempre se presta toda la atención que merece al uso de prendas de seguridad. Guantes, cascos, gafas o mascarillas forman parte del equipo adecuado para trabajar de forma cómoda y segura.
Una equipación a prueba de accidentes
La cabeza es una de las partes del cuerpo que más protección requiere, por lo que en determinados trabajos es más que recomendable el uso del casco. Aunque hay modelos de fibra o policarbonato, para un trabajo de bricolaje bastaría con uno de plástico.
Para proteger los ojos nada como unas buenas gafas. En los trabajos en los que se puedan producir proyecciones bastará con unas gafas sencillas. Para trabajos de soldadura con gas o butano los mejores modelos son los mixtos, mientras que si se suelda con electrodo la opción más segura es usar una máscara que puede ser parcial (sólo cubre los ojos) o integral, que cubre la totalidad del rostro.
En trabajos ruidosos conviene proteger los oídos con tapones o cascos antirruido
En trabajos ruidosos conviene proteger los oídos con tapones o cascos antirruido. La elección de uno u otro sistema de protección dependerá de los decibelios que haya que soportar.
Para proteger la nariz y la boca de polvo y vapores nocivos se hace necesario el uso de mascarilla. Las desechables de papel son las más utilizadas en bricolaje. Por lo general se utilizan para proteger las vías respiratorias del polvo. Para trabajos donde se utilicen productos químicos la mejor elección son las mascarillas que incorporan filtro intercambiable. Dependiendo del trabajo que se vaya a realizar se deberá utilizar un tipo u otro de filtro.
La mejor protección para las manos son los guantes reforzados. En función del material con el que están fabricados hay modelos que protegen del fuego, los cortes, las rozaduras, etc.
Para proteger los pies también hay varias opciones. Si el trabajo que se va a realizar requiere el manejo de piezas pesadas, unas botas de seguridad con puntera de acero protegerán los pies de posibles golpes. En caso de soldaduras el mejor calzado es el de cuero, y si la superficie es húmeda, las botas deben ser de goma con suela antideslizante.
Por lo que respecta a la ropa, no debe estar floja, ni presentar roturas ni hilos colgando que puedan engancharse a las partes móviles de las distintas máquinas o herramientas. La opción más segura, a la vez que cómoda, es vestir un mono de trabajo, que puede ser de algodón o de poliéster, que se ajusta al cuerpo, y facilita la libertad de movimientos. Si la labor que se va a realizar obliga a adoptar posturas peligrosas, y hay riesgo de contacto con elementos cortantes o abrasivos, se hace imprescindible el uso de un mandil especial de protección, de cuero grueso.