A finales de invierno o principios de primavera es tiempo de comenzar a preparar la tierra y a sembrar sus futuras hortalizas. Asimismo se podrán recolectar los últimos frutos de la temporada invernal.
Entonces podrá plantar también hierbas aromáticas, muy empleadas en la cocina, como el estragón, el tomillo y el perejil. La mejor ubicación para las aromáticas es cerca de los frutales, pues su olor ayuda a ahuyentar las plagas de estos últimos.
Deberá plantar, en un lugar protegido frente al viento y heladas, hortalizas tales como los pimientos, tomates, realizando primero los semilleros en un lugar cálido, como un pequeño invernadero e incluso en el interior, por ejemplo en el garaje. También podrá plantar alcachofas y calabazas.
Abone todo su huerto, en especial los árboles frutales, y prepare bien la tierra, porque de su aireación y abono dependerá la calidad y cantidad de la próxima cosecha.