Imagen: Nancy R Nancy
Las puertas para garajes deben cumplir unas medidas mínimas de protección. Estos requisitos, según la Asociación Empresarial de Puertas Manuales y Automáticas (AEPA), tienen como objetivo promover la seguridad de los usuarios y usuarias, así como de las personas en general y de los instaladores.
Para comprobar que una puerta es legal, es decir, que cumple la normativa de seguridad requerida, debe llevar estampado el marcado CE. Además, deben estar a la vista otros datos como el año de fabricación o el número de serie y se debe entregar al propietario un manual de uso, con las instrucciones adecuadas para asegurar que las puertas se maniobran correctamente, y un manual de mantenimiento. En este último, explican desde AEPA, el fabricante debe especificar las principales partes del producto que son sometidas a desgaste, sus criterios de sustitución, las acciones requeridas y los intervalos de mantenimiento. Por su parte, el propietario debe conservar este manual para asegurarse de que realiza los cuidados necesarios.
Tipos de puertas
La ausencia de elementos de seguridad, un uso indebido o una instalación deficiente pueden convertir a las puertas para garajes en elementos de riesgo. Por esta razón, es importante conocer su funcionamiento y saber que:
- En las puertas con control de presión mantenida (manuales) hay que dejar de apretar el pulsador ante cualquier situación de peligro.
- En las puertas con control semi-automático, las maniobras de apertura y cierre se inician tras pulsar un emisor.
- En las puertas con control automático, la apertura depende de la pulsación voluntaria de un emisor, pero hay que prestar atención al cierre, ya que se inicia automáticamente tras un tiempo de espera preprogramado.
Las puertas con control automático y semi-automático deben tener un limitador de fuerza en apertura y cierre
En este sentido, de acuerdo al tipo de puerta, la normativa actual establece un nivel mínimo de protección según el cual: las puertas manuales han de disponer de un interruptor con llave o un dispositivo similar (pulsador de presión mantenida); las puertas con control semi-automático deben tener un limitador de fuerza en apertura y cierre; y las puertas con control automático deben tener un limitador de fuerza y una fotocélula.
Las normas EN definen los requisitos esenciales de seguridad que deben cumplir los productos para ser comercializados en la Unión Europea. Para ello, además, estos productos deben contar con el marcado CE, un símbolo necesario para confirmar que cumplen todos los requisitos impuestos a través de las directivas comunitarias.
Cuando se compra una puerta para garaje, hay que exigir la Declaración CE de conformidad y la placa identificativa del Marcado CE
Cuando se adquiere una puerta de garaje hay que exigir, por lo tanto, al fabricante el manual de instrucciones, así como la Declaración CE de conformidad y la placa identificativa del marcado CE, que evidencia que la puerta cumple las directivas aplicables.
Según recuerda Asier Maiztegi, director del Departamento de Construcción de CIDEMCO-Centro de Investigación Tecnológica, las puertas de garaje pueden ser motivo de accidente “debido a defectos de diseño, condiciones de instalación y mantenimiento deficientes o uso inapropiado”, por lo que defiende la importancia de que lleven impreso el marcado CE. “El cumplimiento de todas estas exigencias no garantiza totalmente la ausencia de accidentes, pero indudablemente contribuye a minimizar de forma importante los riesgos asociados”, apunta.