Las puertas plegables o de librillo amplían el espacio útil de una habitación. Su sistema de apertura es similar al de las puertas correderas, aunque en este caso la puerta se recoge sobre sí misma, a modo de acordeón. Son funcionales y muy prácticas, especialmente, en hogares de espacio limitado. Se pueden emplear para separar ambientes, acceder a una estancia, al aseo o a una despensa. En cuanto a su funcionamiento, en lugar de una única hoja, las puertas plegables están compuestas por dos o más hojas unidas entre sí por bisagras. Estas bisagras quedan ocultas, al igual que los rodillos que permiten la apertura deslizante gracias a unas guías instaladas en el marco de la puerta o empotradas en el suelo.
Respecto al diseño, estas puertas se pueden fabricar en diferentes materiales. Admiten acabados en PVC, aluminio, madera, DM o vinilo. Incluso se pueden lacar, lo que permite una amplia gama de colores que se completa con modelos más decorativos que incluyen cristales para dejar pasar la luz. Estos cristales pueden ser aislantes o de seguridad para garantizar una total estanqueidad. Además, las bisagras quedan ocultas en el interior del perfil para resultar también inaccesibles.
Son muy prácticas en hogares de espacio limitado
El principal inconveniente de las puertas de librillo es la precisión con que han de ajustarse. Es importante medir correctamente el hueco disponible entre el marco para que, al cerrarse, la puerta lo ocupe por completo. Por ello, se hacen siempre a medida, de acuerdo a las necesidades y exigencias de cada espacio.
Sistemas para jardines
Especialmente en viviendas unifamiliares, las puertas plegables son muy utilizadas en las zonas de acceso al jardín. Con ellas se pueden cubrir huecos o vanos grandes y, al plegarse sobre sí mismas, no requieren la instalación de travesaños ni ningún otro obstáculo en la zona de paso. Esta área queda totalmente libre.
Las vidrieras plegables permiten la entrada de luz en la vivienda
Por otro lado, las puertas de libro que se instalan en un jardín suelen tener formato de vidriera plegable. De esta forma, gracias a la continuidad de los cristales y a una apertura total, se consigue aumentar la cantidad de luz que entra directamente en la vivienda.
Las puertas plegables pueden tener un sistema de apertura central o lateral, ya sea hacia la derecha o hacia la izquierda. En cualquier caso, su instalación no suele presentar problemas. Los tres pasos fundamentales consisten en atornillar el carril al marco de la puerta, encajar ésta en el riel y atornillarla a la jamba. Hay que acoplar perfectamente la puerta en el hueco para que se deslice sin impedimentos. Por último, se coloca el sistema de cierre, que irá en un lateral o en el centro, según el modo de apertura.