Las puertas de exterior están sometidas a los efectos del clima. Se fabrican en materiales como PVC, hierro, fibra de vidrio y madera. Este último material, la madera, es el más valorado por su durabilidad y su aspecto final. Sin embargo, la puerta de madera expuesta a la intemperie, necesita periódicamente una capa de barniz u otro tipo de producto protector para combatir la humedad, los rayos del sol y el resto de adversidades del clima. El resto de materiales son más resistentes al clima, pero el acabado final no ofrece los mismos resultados.