La primera impresión que se tiene nada más llegar a la entrada de una casa resulta determinante. Por tanto, no hace falta recordar, que una parte esencial de cualquier vivienda que disponga de jardín es la puerta principal que da acceso a la finca o terreno. Cualquier gran casa con un excepcional jardín pueden verse infravalorada, si la entrada no está a la altura del conjunto. A continuación se expondrán una serie de ideas básicas para conseguir que la puerta principal sea una magnífica tarjeta de presentación de la vivienda.
Antes de nada es conveniente observar y analizar muy bien el entorno, fijándose en la construcción y materiales de las puertas de otros vecinos. Puesto que cada zona geográfica tiene sus propias características, ya no sólo en diseño sino también en el trabajo y uso de determinados materiales.
Además, el análisis y estudio del entorno servirá para ir construyendo una idea aproximada de lo que se quiere. Aún así hay que tener en cuenta que la puerta también tiene que estar combinada con el estilo y los materiales empleados en la propia vivienda. De todas formas, una máxima que conviene seguir al pie de la letra radica en que la entrada ha de ser más ligera visualmente que los muros que la secundan.
En cuanto a las dimensiones de la puerta es recomendable tener presente que de ancho las medidas estándar suelen ser de 3 metros para el paso de vehículos y de 90 centímetros para las personas. De altura, nunca debe superar el alto del propio muro o vallado.
Por último, también es conveniente saber que, en lo referente a materiales, el hierro forjado es la opción más elegante para casas antiguas y señoriales, Aunque como desventaja tiene que resulta mucho más costoso que una puerta de madera, la cual combina muy bien en hogares más modernos y actuales.
En conclusión, el gusto personal, la línea de diseño del entorno y la sencillez de estilo son las líneas maestras a seguir para la confección de la entrada principal de cualquier casa.