En los últimos tiempos la adquisición de duchas y bañeras con termostato incorporado es algo más que habitual, pero para aquellas personas que tienen sus instalaciones en buenas condiciones y no tienen la necesidad de cambiarlas existe una posibilidad, instalar griferías termostáticas. Esta es una opción que se va imponiendo poco a poco debido a la comodidad que supone el poder controlar la temperatura del agua de forma fácil y fiable. Además, su instalación es sencilla, para ello sólo se necesita una llave y opcionalmente un poco de teflón en rollo.
Antes de ponerse manos a la obra lo primero que se debe hacer es cerrar la llave general de paso de agua fría y caliente si la hubiera (en caso de agua caliente comunitaria). Una vez cerrada el agua, se abre el grifo tanto de agua caliente como de agua fría, comprobando que efectivamente se han cerrado bien las llaves de paso.
Posteriormente se desmonta la grifería antigua con la ayuda de una llave inglesa, o en su defecto, con una llave fija. Tanto en el desmontaje como en el montaje de las griferías de baño o ducha, se recomienda ir aflojando y apretando de forma alternativa la tuerca del agua caliente y la del agua fría. De esta forma se evita forzar las tuercas de la grifería, la cual entrará más suave.
Una vez desmontada la grifería anterior, se quitan los escudos antiguos y se sustituyen por los nuevos, los cuáles van insertados a rosca sobre la excéntrica.
Antes de montar la nueva grifería, se recomienda aplicar unas vueltas de cinta de teflón sobre la rosca externa de la excéntrica, aunque esto no es estrictamente necesario, ya que las griferías tienen una junta de goma que evitará fugas. Lo que hará el teflón es dar más seguridad a la hora de evitar filtraciones en el futuro, algo que se puede dar debido tanto al deterioro de la goma de la junta como a las dilataciones o a un deficiente ajuste en las tuercas.
El siguiente paso será el de colocar las juntas de las tuercas. En algunos modelos vienen ya puestas, pero si no es el caso, se emboca la grifería y se aprietan las tuercas con la mano y siempre de forma alternativa.
Para finalizar, se coloca el flexo asegurándose que tiene su junta de goma correctamente colocada y ya sólo queda disfrutar de una buena ducha o un reconfortante baño.