La masa de sal es una mezcla de diversos elementos que nos permitirá realizar figuras que darán un aire especial a la habitación donde se encuentre. Para conseguir 500 g de masa de sal mezclaremos los siguientes elementos en estas proporciones: 250 g de harina de trigo, 250 g de sal fina de mesa y 125 centilitros de agua. Para trabajar esta masa utilizaremos un cortador de pizzas o una espátula, un bol para hacer la masa, colorantes alimentarios, pinturas acrílicas, barniz y cola blanca de carpintero.
Para hacer cualquier tipo de figura procederemos de la siguiente manera: mezclamos los ingredientes anteriormente indicados amasándolos con las manos hasta que la mezcla tenga una consistencia elástica y maleable. A continuación haremos la figura. Con las manos moldeamos la masa utilizando cualquier tipo de técnica, haciendo pequeños agujeros, líneas, etc…
Cuando hayamos finalizado la figura dejaremos secar la pasta a temperatura ambiente. De esta manera evitaremos que se agriete. Otra posibilidad es secarlo cociendo la figura en el horno a una temperatura de 80 a 100 grados centígrados. Para ello colocaremos la figura sobre papel de aluminio.
Una vez esté seco lo decoraremos con cualquier tipo de pintura. Es aconsejable barnizar las figuras con una mano de barniz.
Si queremos que la masa tenga más consistencia podemos añadirle dos cucharadas de cola blanca de carpintero. Tenemos también la posibilidad de teñir la masa antes de modelar mediante la utilización de colorantes alimentarios o especias como curry, pimentón,… Estos elementos darán un colorido sorprendente a la figura.
Si deseamos hacer figuras redondas y grandes podemos utilizar el siguiente truco. Haremos dos bolas de papel de papel de plástico de cocina. Una de ellas será la cabeza y la otra el cuerpo. Las uniremos con palillos y la cubriremos con la pasta.