Almacenar las cosas y ropa de fuera de temporada en cajas es lo más habitual hoy en día, donde tal vez lo más importante es optimizar el espacio (que generalmente es reducido).
Las cajas ya no tienen por qué ser las habituales de almacenamiento de color marrón, sino que existen diferentes modelos, colores y diseños que incluso se pueden acabar convirtiendo en un elemento decorativo más.
Pero en estos casos muchas veces se olvida qué se puso en cada caja y qué contenía la del fondo, lo que al final puede desembocar en el desorden y la pérdida de tiempo que precisamente se procuraba evitar.
Para dar solución a esto se pueden recurrir a muchas posibilidades, una de ellas es que hoy en día existen cajas transparentes a través de las cuales se puede visualizar el contenido interno de las mismas, evitando así tener que abrir cada uno de ellas para comprobar lo que se almacena en el interior.
Otra posibilidad es la de tratar de clasificar por colores el contenido del interior. Por ejemplo: se puede otorgar a cada miembro de la familia un color, de tal manera que todo lo que se almacena en cajas verdes corresponderá al padre, el rojo a la madre, el naranja a la niña, etc…
De esta manera se organizará mejor el espacio y tendrá más accesibilidad a todo aquello que no tenga un trasiego diario.