La calidad de un tornillo, un tirafondo o cualquier otro sistema de fijación como las escarpias, está muy ligada al material con el que se ha llevado a cabo el recubrimiento del mismo. Además de la calidad, el material que recubre un tornillo también indica para qué tipo de superficies y en qué ocasiones se debe utilizar uno u otro. Las posibilidades son las siguientes:
– Cincado: es plateado brillante y tiene buena resistencia a la corrosión para su uso en interiores.
– Cincado negro: es negro brillante y en este caso su resistencia es doble a la del cincado normal. Es muy utilizado en la carpintería metálica.
– Bicromatado: es de un color amarillo. Su resistencia a la corrosión es tres veces superior.
– Verde oliva: fácilmente distinguible por su color, su resistencia es dos veces superior al cincado normal y es muy utilizado en la carpintería.
– Latonado: color amarillo oro. Es poco resistente a la corrosión y es muy utilizado para la decoración.
– Fosfatado: de color negro mate. Poco resistente a la corrosión.
– Niquelado: color plata brillante. Tiene buena resistencia a la corrosión.
– Lacado en colores: es de los colores deseados y tiene una buena presencia estética.