La siembra puede parecer un método sencillo para obtener una planta. Sin embargo, es una tarea delicada, ya que para lograr que las semillas germinen se deben dar unas condiciones óptimas de temperatura, humedad y calidad del sustrato. Las semillas se pueden adquirir en floristerías, viveros y tiendas especializadas. Deben ser de calidad y conservarse en un lugar fresco y seco.
El proceso de siembra de las plantas
Los mejores recipientes para el cultivo de semillas son las bandejas planas con tapa. De este modo, se garantiza un ambiente cálido (entre 22º C y 25º C) y húmedo, imprescindible para la germinación de las semillas. Respecto al sustrato, éste ha de ser especial para siembra y reproducción, y se debe colocar en el recipiente de forma que quede un borde de riego de un centímetro.
Las semillas más grandes se pueden cultivar en solitario o combinadas en grupo. En este último caso, debe quedar una distancia de 1 o 2 centímetros entre una y otra.
Las más pequeñas se deben esparcir de forma regular por el sustrato, sin que queden apelmazadas.
Algunas semillas, denominadas afotoblásticas, solo germinan en ausencia de luz, por lo que hay que cubrirlas por completo con la tierra. Para evitar dañarlas, hay que usar un colador para espolvorear la tierra sobre ellas.
Algunas semillas, denominadas afotoblásticas, solo germinan en ausencia de luz
Por último, se deben marcar todos los recipientes con etiquetas que recojan la información de las especies que contengan.
Durante las semanas siguientes a la siembra, hay que humedecer a fondo el sustrato, sin encharcarlo, por lo que es mejor regarlo con un pulverizador.
La tapa de la bandeja resulta eficaz para proteger las semillas de la evaporación, pero en cuanto crezcan las primeras puntas de las plantas hay que retirarla durante unas horas para que éstas se aireen y se evite el desarrollo de micosis. Cuando la planta haya brotado por completo, se retirará la tapa.
El trasplante
El trasplante se debe realizar cuando se hayan formado dos o tres pares de hojas. Esta circunstancia favorece el desarrollo de las raíces y asegura una mayor robustez de las plantas jóvenes. El receptáculo puede ser una pequeña maceta de 5 a 7 centímetros de diámetro.
Pasados unos días, se hará el primer despunte o repicado para fomentar la ramificación. Esta acción consiste en retirar las plantitas que están demasiado juntas y colocarlas a unos 4 o 5 centímetros de distancia unas de otras. También se pueden trasplantar a otros tiestos.
En floristerías, viveros o tiendas especializadas, cuando se compren semillas, es fundamental que el envoltorio de las mismas esté intacto. En el envase se debe indicar la fecha de envasado, la caducidad, la descripción del producto y la información sobre su forma de cultivo.
El calor y la humedad pueden dañar las simientes de las plantas
También hay que tener en cuenta que el calor y la humedad pueden dañar las simientes, por lo que se deben almacenar en un lugar fresco y seco. Si una vez abiertos los envases sobran semillas, estos se deben cerrar de forma hermética para protegerlas hasta el año siguiente.