Empapelar una estancia no es una labor que resulte muy complicada y que tenga muchos secretos. Cualquier persona puede revestir las paredes de la casa sin necesidad de poseer mucha experiencia en el tema. Bastará con haberse documentado un poco para saber emprender la tarea.
Una de las elecciones sobre la que más cuesta decidirse es el diseño y el tipo de papel que se va a colocar. Como recomendación más básica está la de seleccionar papel lavable en aquellas estancias de la casa que están más expuestas a la suciedad, como pueden ser el baño y la cocina.
Pero si el papel del que se dispone aún se encuentra en buen estado, no se quiere cambiarlo y lo que se desea es reconvertirlo en lavable, tan sólo hay que poner en práctica estos sencillos pasos:
1. Hacerse con barnices de siliconas o vinilos y con una brocha, cuyo tamaño sea adecuado a la superficie que se vaya a impregnar.
2. Aplicar el barniz sobre el papel en dos capas para asegurar aún más el propio papel.
3. Dejar secar.
De esta sencilla manera ya se dispone de un revestimiento, que resiste perfectamente el agua.