Las bicicletas colgadas en las paredes son una excelente manera de guardarlas con el máximo aprovechamiento del espacio disponible en el garaje. Además, elimina los riesgos de que alguien al pasar a su lado las choque sin darse cuenta y sus posibles consecuencias: caídas, daños en la bici o incluso en el coche que esté aparcado allí. En este artículo se detallan las características de los soportes para bicicletas y la altura conveniente para colocarlos.
Características de los soportes para bicicletas
El garaje es un espacio de la casa que no solo sirve para guardar el coche. También se usa como trastero, para dejar allí todo tipo de objetos que no se usan o necesitan con frecuencia. Uno de ellos es la bicicleta. El problema es que una bici puede ocupar bastante espacio. Además, si se deja apoyada a la pared, siempre existe el riesgo de que se caiga y se averíe o cause daño a otra cosa que esté cerca, como podría ser el coche.
Por eso, un soporte para colocarla colgada de la pared constituye una herramienta muy útil con el objetivo de sacar el mayor rendimiento al lugar.
El cuadro de la bici se apoya sobre unos brazos recubiertos de plástico, para que no se dañe la pintura del vehículo
Se venden en el mercado unos soportes específicos para pender las bicicletas de la pared. Hay muchos modelos, pero el más básico consiste en una estructura metálica con forma de U. Se sujeta a la pared con tornillos capaces de sostener el peso de la bicicleta y sus dos brazos (que pueden ser fijos o plegables) quedan de forma horizontal, perpendiculares al plano de la pared. El cuadro de la bicicleta se apoya sobre tales brazos, que cuentan con una cobertura de plástico o espuma para evitar que se dañe la pintura del vehículo. Existen variantes de este modelo de soporte, que permiten colgar una, dos o más bicis.
La altura conveniente para colgar la bici
Lo más apropiado es colgar la bicicleta a una altura suficiente como para guardar cosas en el espacio que quede debajo, pero no tan altas que resulte dificultoso bajarlas. Una medida idónea es que los soportes estén separados del suelo por una distancia similar o un poco superior a la estatura de la persona que usa la bici con frecuencia. Es decir, los soportes podrían estar a unos 1,70 o 1,80 metros del suelo.
Con el sistema de dos brazos sobre los cuales apoyar el cuadro de la bici, esta queda en su posición normal, solo que a una distancia del suelo que permite aprovechar el espacio de debajo para guardar cajas, herramientas o cualquier otro objeto. Incluso colocar el vehículo a una cierta altura hace más cómodo el tránsito por esa zona, ya que el manillar (la parte de la bici que más espacio ocupa hacia los lados) queda a una altura por encima de las cabezas de las personas.
Existen otros sistemas para colgar las bicicletas de la pared, menos frecuentes pero que ofrecen otras posibilidades. Uno de ellos consta de una estructura metálica sobre la cual se apoya y sostiene una de las ruedas de la bici y así queda colgada en posición vertical. De esta forma, el vehículo ocupa más espacio a lo alto, pero permite aprovechar rincones que de otra manera pueden desperdiciarse.
Hay también mecanismos con sogas, ganchos y sistemas de poleas para sujetar la bici cuando está en el suelo e izarla hasta que quede colgada a una altura conveniente. Estos sistemas son los más caros.
También, por supuesto, el aficionado al bricolaje puede diseñar su propio soporte para pender las bicicletas. En realidad, basta con un gancho fijado a una buena altura y en el que quepa algunas de las partes de la bici (rueda, cuadro, etc.) para poder colgarla. A lo que hay que prestar especial atención es, por un lado, a la seguridad de todo el sistema (es decir, reforzar las fijaciones para tener la garantía de que resistirá el peso) y, por otro, a que las superficies del soporte tengan las apropiadas coberturas de material blando para que no dañen el vehículo.