Las pérdidas o fugas de agua y gas son relativamente frecuentes tanto si no se utilizan los materiales adecuados como si no se realiza el trabajo de la manera adecuada. Aunque puede darse el caso de que el foco del problema pueda estar causado simplemente por el desgaste propio del uso y del paso del tiempo.
En este ocasión ha sido preciso cambiar los dilatadores de la calefacción. Para eso ha sido necesario hacer un seguimiento a la pérdida de agua para localizar el punto de fuga, y en consecuencia, retirar el rodapié y picar la pared.
Una vez que se han dejado las tuberías objeto de la fuga a la vista, es necesario retirarlas pero obviamente primero es obligatorio cerrar la llave de paso general y vaciar la instalación, si se puede, abriendo para ello la llave de vaciado.
El siguiente paso es desenroscar los dilatadores. Lo más lógico es que esta tarea no sea fácil puesto que la oxidación complicará notablemente la labor de desenroscar la tubería, además de que es especialmente importante que el resto de red de tuberías no sufra movimientos, puesto que ello podría ocasionar la rotura o la fuga en otra zona.
Teniendo presente esta posibilidad, la forma de trabajar más adecuada es que una persona tenga fijada la tubería de conexión, sirviéndose para ello de una llave de perro de unas dimensiones adecuadas al diámetro del dilatador, mientras que con otra llave, la otra persona se encarga de ir desenroscando el tramo de tubería dañado. Para facilitar la fase de desenroscado y en caso de no poder soltar el dilatador, es conveniente recurrir a un soplete, que será el encargado de calentar y dilatar la rosca, para mejorar su desenrosque.
Se aconseja empezar a quitar la tubería más externa a la pared y desenroscarla primeramente del extremo superior. Esto facilitará la labor además de evitar que se caigan restos por la tubería inferior, es más, es conveniente taponar las entradas inferiores para que no se produzca la obstrucción del paso de agua.
Cuando se hayan retirado las dos piezas, se miden y se acude a una empresa de suministros especializada en estos materiales para reponer los viejos dilatadores de calefacción tanto de ida como de retorno.
Antes de colocar las piezas nuevas, es recomendable limpiar el interior de las juntas anteriores que permanezcan en la red de tuberías. Las nuevas piezas se instalarán a base de enroscarlas, pero antes de hacerlo hay que poner una junta, rodearla de estopa en la rosca y dar un poco de minio para darle mejor vida a la unión. También es oportuno llevar el mismo orden con el que se han retirado las tuberías anteriores, pero a la inversa.
Con las piezas nuevas instaladas, es el momento para poner en marcha el sistema de calefacción y observar que no hay ninguna fuga. Después se cierra la pared picada, se coloca el rodapié y se da una mano de pintura.
Conviene saber que los pasos son prácticamente similares para dilatadores generales de agua fría y caliente.