Los tableros derivados de la madera están compuestos a partir de astillas, láminas, virutas o, en definitiva, pequeños trozos o restos de madera desmenuzada que se recomponen para conseguir formas homogéneas. Dentro de este grupo, los tableros de fibras están entre los más utilizados. Se emplean tanto en trabajos de carpintería como para la fabricación de mobiliario.
Los tableros de fibras se dividen principalmente en dos grupos: tableros duros y tableros de densidad media. Los primeros, según el uso final que se les dé, pueden incorporar durante el proceso de fabricación aditivos «para mejorar algunas de sus propiedades», según explica el Centro de Innovación y Servicios de la Madera de Galicia (Cis-Madeira). Estos aditivos pueden ser ceras para favorecer la repelencia al agua o insecticidas para evitar los daños causados por insectos. La principal característica de los tableros duros es que recurren al agua para conseguir la unión de las fibras, en lugar de emplear materiales adhesivos. En cuanto a su acabado, presentan un color marrón oscuro.
Los tableros de densidad media, DM o MDF, emplean adhesivo para la unión de las fibras, lo que permite superficies lisas
Por su parte, los tableros de densidad media DM o MDF (Medium Density Fiberboard) emplean adhesivo para la unión de las fibras, lo que permite superficies de acabado liso. Además, las astillas que los componen son sometidas a un proceso de lavado para eliminar cualquier impureza, mientras que en los tableros se aplica un tratamiento específico para conseguir fibras más ligeras, flexibles y claras. También se pueden someter a tratamientos para mejorar la reacción al fuego.
Aplicaciones
Los tableros duros de fibras se utilizan habitualmente en la construcción de mobiliario. Son muy empleados para cajones y traseras de armarios. En su mayoría, se recurre a ellos para muebles del hogar, paneles para tabiques, puertas, estanterías o molduras, debido a su resistencia.
Los tableros duros se utilizan en mobiliario, mientras que los MDF son habituales en puertas y rodapiés
Los tableros de densidad media son utilizados para mobiliario, puertas, molduras o rodapiés, entre otros. Se pueden lacar, pintar, fresar o lijar, como la madera, pero no es recomendable utilizarlos para muebles de exterior. Su precio es más económico que el de la madera maciza, aunque su aspecto es similar. Es uno de los materiales más empleados en la actualidad.
Además de los anteriores, existen tableros de densidad media que resisten la humedad. Estos productos están preparados para mejorar su resistencia a la tracción e hinchazón, “por lo que están indicados para su empleo en aplicaciones especiales como mobiliario de cocina y baño“, recuerda Cis-Madeira. Su color adquiere un tono verdoso, aunque pueden lacarse o revestirse con papel. Son tableros empleados, especialmente, con fines decorativos.