A finales de invierno podrá comenzar a sembrar el césped si desea disfrutar de él a lo largo del verano. También podrá plantar ejemplares de floración veraniega como el agerato, petunias o salvias rojas.
Si ya plantó bulbos durante el otoño e invierno para que florecieran en primavera podrá hacer lo propio con los ejemplares de floración estival como el agapanto, la dalia o los gladiolos.
Deberá regar abundantemente todos sus ejemplares recién plantados y también el resto si el tiempo es seco. Si dispone de sistemas automatizados de riego es el momento de revisarlos y ponerlos en marcha, aunque depende de la zona climática en la que se encuentre porque en esta época puede que incluso las nevadas lleguen a ser copiosas.
También esta es una época propicia para a aparición de pulgones, por lo que deberá estar muy atento y emplear un insecticida sistémico al menor síntoma. No obstante, no debe emplearlo habitualmente para evitar que los pulgones se acostumbren a su presencia, se inmunicen y no le ofrezca los resultados deseados.