El gresite es un material cerámico similar a los azulejos, aunque con la peculiaridad de que el tamaño de las piezas es mucho menor, generalmente sus lados tienen una anchura de entre 2,5 y 5 centímetros. No obstante se vende en teselas o planchas que facilitan la colocación de una mayor cantidad de piezas a la vez.
No suele ser un material muy común para revestir en su totalidad cuartos de baño, sin embargo es muy utilizado en las piscinas. En esta ocasión se ha optado por alicatar todo el cuarto de baño con gresite, incluyendo paredes, suelos y hasta la encimera sobre la que se asienta el lavabo. Este planteamiento otorga al cuarto de baño una uniformidad decorativa, rota por el empleo de dos colores en el gresite, uno blanco de base, que permite dotar de mayor luminosidad a la estancia, y el otro azul, colocado sobre la mencionada encimera y empleado a modo de cenefa.
Otra de las ventajas de este tipo de material es que, al ser de menor tamaño que los habituales azulejos, permite ampliar visualmente la estancia, función que también ejerce el espejo de grandes dimensiones ubicado sobre el lavabo.