Los entramados de celosía, muy característicos de la decoración mediterránea, suelen ser muy empleados en el exterior de las ventanas, e incluso como verja para rodear los jardines. Pero también se pueden adaptar para que formen parte del mobiliario interior de la vivienda sin excesivos problemas.
Si se desea, se puede confeccionar con un trozo de celosía, que es más sencillo adquirir en lugar de tener que construirlo, dos puertas de un pequeño armario para colocar en el cabecero de una cama. Este original cabecero otorgará a la estancia un aspecto rústico, que puede combinar muy bien con unas paredes pintadas en colores cálidos.
La anchura del armario dependerá del espacio disponible y tamaño de la cama, motivo por el cuál no se dan unas medidas orientativas. Tampoco es recomendable que ocupe demasiado espacio en la habitación. Un fondo de unos 20 centímetros será más que suficiente.
Las puertas del armario deberán estar a una altura ligeramente superior a la del colchón, para que puedan abrirse con facilidad retirando simplemente la almohada. En la parte inferior del armario, que quedará bajo la cama, se pueden colocar unos pequeños cajones, en los que se podrá guardar, por ejemplo, calzado de temporada que no se vaya a utilizar, ya que al encontrarse bajo la cama su acceso será difícil.
Sobre los cajones se deberá colocar un tramo de madera que eleve las puertas sobre el colchón. Corte el fondo del armario, cuya anchura deberá ser igual a la de la cama, y fije en sus laterales cuatro tablas, formando un cubo. Realice los cajones, o un único cajón, de una altura inferior a la de la cama, para poder abrirlos; coloque una balda sobre los cajones; deje un espacio libre que no será utilizado y deberá tapar con un trozo de madera. A una altura superior a la del colchón de la cama coloque una plancha de madera, cuya largura y anchura coincidirán con las del armario, de forma que haga de fondo de éste.
Si lo desea, coloque varias baldas en el interior del armario, en función de los objetos que quiera guardar dentro. Las baldas se unirán a la estructura con unas escuadras, cuyo tamaño dependerá del peso que quiera que soporten.
A los extremos de trozos de celosía, que es conveniente que se corten al mismo tamaño que tendrán las dos puertas del armario, fije unos listones de madera que hagan de marco de la misma. Deberá fijar a los listones unas bisagras, con las que unirá las puertas al cuerpo del armario.
A la hora de decorar su nuevo armario-cabecero convendrá que combine con el armario ropero del dormitorio. Si no es factible, se pueden pintar los largueros de la cama del mismo color del armario para evitar que desentonen.
Para pintar este armario deberá lijar previamente la madera, para eliminar las posibles astillas; aplicarle una capa de tapaporos, una de imprimación y pintar la madera del color elegido. Es recomendable pintar las diferentes partes del armario y el larguero, que deberá retirar, antes de proceder a montar el mueble, porque le resultará más fácil decorarlo.
Si desea dejar a la vista el veteado y nudos de la madera deberá aplicar una capa de barniz o barniz tinte en lugar de pintarlo. El barniz tinte tiene una clara ventaja sobre simplemente tintar la madera, ya que aparte de cambiar su color protege la misma como si de una capa de barniz se tratara.