Para confeccionar el centro de mesa que puede apreciar en la fotografía, se ha optado por adquirir un jarrón de grandes dimensiones, en cuyo interior se han introducido multitud de canicas de gran tamaño y color uniforme.
Es recomendable que el cristal que compone el jarrón elegido sea transparente y no tenga ningún elemento decorativo en relieve, para que se pueda apreciar sin problemas los objetos que introduzcamos en su interior.
No obstante, pueden emplearse multitud de materiales: arena de playa, sal pintada con tizas de colores, simples bolas realizadas con papel de aluminio. Sobre esta superficie que rellena casi la totalidad del jarrón, se ha colocado una vela de enormes dimensiones de un llamativo color rojo. También puede poner, en lugar de la vela, unos ejemplares de plantas artificiales que alegrarán el centro de mesa, aunque en este caso quizá sea recomendable colocar unos ejemplares naturales de tallo largo o bien unos ejemplares de cáctus.