Nuestro propio huerto es el emplazamiento ideal para poner en práctica diferentes técnicas de la agricultura ecológica que nos permitan obtener hortalizas más sanas y libres de agentes químicos.
Para mantener un huerto ecológico deberá labrar el suelo de forma natural y evitar recurrir a la utilización pesticidas químicos que interfieran y reduzcan la calidad y los nutrientes de las hortalizas que cultivemos.
Una de las primeras medidas que hay que tener en cuenta es la necesidad de rotar los cultivos, para mantener la salud del suelo y poder minimizar el uso de abonos, siempre animales, para enriquecerlos.
Tenga en cuenta que cultivar siempre lo mismo en la misma zona del huerto o jardín acaba con el equilibrio biológico del suelo porque cada ejemplar absorbe, y agota, un determinado tipo de nutrientes.
Si coloca ejemplares con diferentes sistemas de raíces y follajes juntos aprovechará mejor el espacio, porque los vegetales conseguirán los nutrientes más fácilmente sin competir entre ellos y se protegerán de los parásitos.
Para controlar las plagas procure no utilizar productos químicos, a cambio puede acolchar las raíces, colocar campanas o pequeños invernaderos o cultivar ejemplares aromáticos que ahuyenten a las plagas.