El salón que puede apreciar en la fotografía tiene un aspecto antiguo ya que se han conjuntado en él muebles para darle un estilo provenzal, que evoca la tranquilidad y naturalidad del campo francés. En este tipo de decoración se emplea mobiliario de maderas nobles y aspecto rústico, que otorga a la vivienda un aspecto campesino.
En este estilo lo más común es emplear un color amarillo crema, azul o blanco como color de base para las paredes de una estancia. En este caso se ha optado por un color ocre claro. Los muebles están fabricados artesanalmente en madera maciza de cerezo y, a pesar de tener molduras y elementos decorativos estos no son muy barrocos, lo que facilita su limpieza y concede un aspecto más sencillo.
Para combinar y contrastar con el marrón de los muebles algunos de ellos y las sillas, fabricados en el mismo material, han sido decapados y decorados en color blanco mediante la aplicación de una patina envejecida, con la intención de darle un aire romántico a la acogedora estancia.
El rincón del escritorio resulta acogedor y elegante y su lámpara con el pie en forma de ángel puede convertir la zona en un perfecto lugar de lectura.
Asimismo también se han combinado los tonos de las cortinas, tapicería de las sillas y alfombras, empleando tonalidades blancas y rojizas, a juego con la pared y el marrón de los muebles, para conseguir un resultado conjuntado y acogedor.