Si desea decorar su salón, tal vez le parezca una buena opción fijar a la pared unos trozos de madera cortados, fresados y decorados de tal forma que conformen un templo griego o romano.
La entrada que puede apreciar en la fotografía está formada por dos columnas, en este caso dóricas, aunque su capitel nada tiene que ver con los de la arquitectura griega. Sobre las columnas se encuentra un elemento triangular denominado frontón, que en la época clásica solía estar decorado con relieves, con una cubierta a dos aguas. Para fijar las maderas a la pared deberá emplear tacos y tornillos.
El fondo de la pared está decorado con un gotelé amarillo, aunque hubiera sido mejor emplear un color blanco o terroso, sin utilizar ningún tipo de técnica pictórica, para resaltar la estructura de madera que decorará la pared.
Si queremos dotar a la estancia de un ambiente aún más clásico podemos pintar una cenefa de letras griegas, que combinen con la figura del templete, y colocar a sus laterales unos jarrones con figuras humanas e incluso adquirir algún busto romano. También se pueden poner los jarrones sobre una mesa de bronce.