Con sólo un tronco de madera podemos construir un columpio para los niños. Lo primero que haremos es clavar al suelo una base rígida que sirva de soporte al columpio y permita que el tronco se balancee sobre él. No es recomendable dar mucha altura a estos puntos de apoyo, con que sobresalgan unos 50 centímetros será suficiente, sin embargo sí que deben de estar bien enterrados en la tierra.
Con un tronco de unos tres metros de largo se construye la parte que se balanceará, para unirlo a los soportes clavados en el suelo deberá emplear una barra de acero y agujerear tanto los soportes como el tronco, para que atraviese su interior, y fijarla con unos tornillos. El agujero del tronco deberá ser ligeramente más grande que la barra de acero para que pueda producirse el balanceo sin problemas.
Se ha cortado parte del tronco, hasta conseguir una superficie lisa sobre la que se sienten los niños, también se han colocado unos trozos de madera ante los asientos para que sirvan de punto de apoyo al que sujetarse y unas cubiertas de coche bajo la zona en la que el columpio golpearía en el suelo, para que el balanceo sea más acompasado y no se peguen grandes golpes sobre el suelo.
Si elige una madera lo suficientemente dura y resistente a la intemperie, como el roble por ejemplo, no será necesario tratarla en exceso para facilitar su conservación.