Si la familia es numerosa y sólo se dispone de un cuarto de baño o, simplemente, si alguien prefiere acicalarse o maquillarse cómodamente frente a un espejo, una buena opción consiste en colocar un pequeño tocador en el dormitorio. De esta forma podremos utilizar el espejo también como en un vestidor.
El tocador que puede ver en la fotografía está fabricado a juego con el resto del dormitorio. Se compone de una pieza de madera, cuyo tamaño lo determinará el espacio disponible y el tamaño que queramos que tenga el espejo, que fijaremos a la tabla con un pegamento especial.
A la derecha del espejo se han colocado unas baldas, fijadas con unas escuadras, en las que se pueden ubicar productos de perfumería e incluso algún elemento decorativo. El espacio entre las baldas lo determinara el tamaño de los objetos que se vayan a colocar. Luego, se deberá decorar el tocador del mismo tono que el resto del dormitorio para que no desentone.
Para que el tocador no tenga un aspecto rectangular, propiciado por la forma de la madera del fondo y el espejo, se ha optado por cortar una de sus esquinas.