Si su cuarto de baño es muy pequeño o posee uno supletorio en el que sólo cabe un inodoro, no necesita prescindir de los dos elementos que no han de faltar en esta estancia, un espejo y un armario.
El espacio disponible no ha de convertirse en un problema porque siempre se puede colocar tras la puerta del baño una bolsa armario en la que guardar los cepillos y la pasta de dientes, los peines o el papel higiénico. Existen modelos con diversos tamaños y partes desmontables que podrá adaptar a sus necesidades.
Con una práctica bolsa como las descritas puede tenerse siempre a mano y ordenados en el menor espacio posible todos los elementos de aseo personal. La posibilidad de transportarla, por ejemplo si se es aficionado a pasar los fines de semana o las vacaciones en una tienda de campaña o en una caravana, hace que pueda disponer de su espejo y sus compartimentos en cualquier lugar.