La cocina que se puede apreciar en la fotografía tiene un aspecto antiguo merced a sus muebles cerezo de líneas rectas y veteado a la vista. Algunas de las puertas de los armarios tienen ventana, de forma que podría apreciarse el contenido del interior.
Sin embargo se han colocado unas cortinas con encajes y un ribete verde que combinan bien con el color oscuro del mueble y le aportan una nota de color, además de otorgarle mayor rusticidad al conjunto.
Los azulejos son de color blanco, de forma que conceden mayor luminosidad a la estancia. No obstante, para evitar un acabado uniforme, aunque con lo recargada que está la cocina no hubiera sido necesario, se han colocado unos azulejos de fondo blanco y un dibujo en tonalidades amarillas y marrones que combinan con el colorido de los muebles de madera de la cocina y con las cortinas.
Los asideros están también decorados con un material cerámico. Para continuar con el aspecto rústico, a pesar de que se ha empleado una vitrocerámica, la cocina dispone también una chapa de leña en lugar de un horno.
Para la encimera se ha elegido un mármol travertino. Sobre él se encuentran multitud de objetos decorativos que adornan aunque resten funcionalidad a la cocina. Será necesario retirarlos, sobre todo la tetera y el plato que se encuentran sobre la vitrocerámica, cuando se vaya a cocinar. Por esta razón y porque se ensucian demasiado, no resulta recomendable sobrecargar la decoración en este tipo de espacios.
Las cortinas son de color blanco con motivos florales y frutales en su decoración, por lo que dan un toque jovial y desenfadado a la estancia.