Instalar una cubierta sobre la piscina origina múltiples beneficios. Por una parte, protege el agua y la mantiene limpia por más tiempo, con el consiguiente ahorro en productos químicos. Además, facilita la climatización del agua para aprovecharla durante todo el año y crea una barrera adicional para aumentar la seguridad para los niños. Este artículo repasa estos beneficios y describe los distintos tipos de cubiertas, en particular las de estructuras móviles, y otros diseños.
Beneficios de instalar una cubierta en la piscina
Contar con una piscina representa una de las alternativas más confortables y recreativas para toda la familia en el hogar cuando llega la época de calor. Para mantenerla en óptimas condiciones, requiere de un cuidado intensivo que conserve el agua limpia, libre de insectos, tierra y hojas de árboles que la enturbian y descomponen en muy pocos días.
Las piscinas requieren de un cuidado intensivo que conserve el agua limpia, libre de insectos, tierra y hojas de árboles
Uno de sus cuidados básicos es cubrirla durante la noche y la temporada de invierno con una lona o tapa y, además, añadir en el agua las dosis recomendadas de productos químicos como clarificantes, cloro y alguicidas, que dejan la piscina transparente.
Por eso, instalar una cubierta en la piscina cuenta con muchas ventajas. Una de ellas es el ahorro de hasta el 40% en el gasto de productos de limpieza y mantenimiento para el agua. Además, las cubiertas acristaladas optimizan la radiación solar y facilitan un aumento de la temperatura del agua, con efecto similar al de los invernaderos, lo que las hace apropiadas para usar cuando todavía no hace tanto calor. Por otra parte, cerrar la piscina de esta forma ofrece mayor seguridad para los más pequeños.
Coberturas con estructuras móviles
Existen varios tipos de cubiertas de piscinas. El modo más elemental de protegerlas es por medio de una lona o una cobertura flexible de algún otro material que no permita el paso de la lluvia e impida que el agua quede expuesta a la intemperie. Pero hay muchos otros mecanismos, más modernos y complejos.
Uno de los más sistemas más prácticos son las estructuras rígidas de apertura telescópica -cuyas partes se superponen una sobre la otra- que descubre la piscina hasta un 80% de la superficie, según los modelos. A su vez, las estructuras se fabrican, en su mayoría, con perfiles de aluminio y cristales o policarbonato, materiales que en general son muy ligeros y resistentes.
Los sistemas de cubiertas para piscinas se diseñan con rieles colgantes que evitan instalar guías en el suelo y no modificar la decoración ni el aspecto general del lugar. Las partes móviles se manipulan con facilidad, aunque también se fabrican con sistemas de apertura automatizada para mayor comodidad.
Cubiertas de piscinas en diferentes diseños
Los diseños disponibles se adaptan a todo tipo de necesidades y las medidas se adecúan al pedido de cada cliente. Los modelos ofrecidos se agrupan según tres opciones distintas.
Por un lado, se realiza un cerramiento acristalado a medida, si existen muros en torno a la piscina sobre los cuales sostenerlo. En cambio, cuando la piscina se ubica en el centro del jardín, se instala un cobertor, que puede estar más o menos cerca de la superficie del agua.
Los modelos bajos son estructuras menores a 2 metros de altura que se despliegan sobre el área de la piscina sin quitarle vistas a la casa. Constituyen la opción más económica y reúnen todas las ventajas de los cobertores en cuanto a la seguridad que brindan y la climatización y mantenimiento del agua.
Las estructuras altas superan los dos metros de altura y crean un ambiente especial en torno a la piscina con una atmósfera propia que se puede aprovechar también como gimnasio o spa. Son idóneas para climatizar la piscina y utilizarla durante todo el año.