Si ha decorado una estancia con un friso de madera, una buena opción para resaltar la zona de la puerta puede consistir en fijar sobre el friso unos trozos de madera de tonalidad diferente, de forma que contraste con su color y sirva de segundo marco para la puerta.
En este caso se ha optado por colocar sobre una madera de tonalidad clara una más oscura, que se ha fijado formando un arco alrededor de la puerta que pretendemos decorar.
Sin embargo la madera no se ha colocado contigua, sino que se ha dejado un pequeño espacio entre cada pieza, para que se aprecie ligeramente el material del puerta. Con esta misma intención se han recortado unos tramos de la madera oscura, de la misma anchura que el espacio, que se colocaran en el lugar de madera claro que existe entre la zona oscura y la puerta.
Para fijar la madera oscura se ha empleado cola de carpintero y clavos de punta perdida largos, para que puedan adentrarse en el friso.