Si se va a pintar una estancia a dos colores es recomendable que optar por una tonalidad oscura para la parte inferior, que se ensuciará más, y por una clara para la parte superior, con la que se aportará mayor luminosidad. En el caso de la fotografía se cumple la premisa anteriormente mencionada, aunque la diferencia de color entre ambas partes de la habitación es excesiva, aún cuándo sea el efecto que se ha querido utilizar, debido a lo llamativo de los colores empleados, verde claro y una tonalidad amarilla ocre, esta última mucho más presente en las tendencias actuales.
El verde que se ha escogido para la parte inferior podría combinar bien para ser empleado en la parte superior de una estancia en la que se combine alicatado blanco con pintura, pero no en la composición elegida para la pared, en la que resulta demasiado chillón. Hubiera sido más acertado emplear únicamente el color superior.
Para acrecentar la diferencia de colores, y separarlos de una manera más rotunda, se ha colocado un trozo de madera, a modo de cenefa, de color azul oscuro, que contrasta con las tonalidades claras con las que se ha pintado.