La rudbequia es una planta herbácea, tanto anual como perenne, que alcanza los 30 centímetros de altura. Las hojas, de un verde pálido, presentan en casi todas sus variedades forma oval o alargada. Las abundantes flores tienen un aspecto similar al de las margaritas, pero con el centro entre rojizo y marrón, y pétalos alargados que pueden ser amarillos, naranjas o con gamas rojizas.
Este ejemplar, perteneciente a la familia de las compuestas, es oriundo de América del Norte. Resulta importante asegurar a la rudbequia un sustrato fértil y calcáreo, abonos mensuales y un clima cálido. Periódicamente, también es aconsejable limpiar de otras hierbas el terreno sobre el que se asienta y podar los tallos marchitos para favorecer la aparición de otros capullos.
Esta planta requiere un riego abundante, de entre 3 y 4 veces por semana. El suelo húmedo le garantiza la obtención de los nutrientes que necesita. Lo ideal es colocarla en un lugar en el que alternen el sol y la sombra a lo largo del día.