Hay estancias como las leñeras, despensas o trasteros que requieren cierta ventilación para conseguir que las mercancías que albergan estén libres de humedades y moho. Para lograrlo una buena opción pasa por abrir un pequeño ventanal hacia la calle y colocarle malla de rejilla en lugar de cristales.
No obstante, como esta solución es costosa, también podemos fabricar una puerta con malla de rejilla, a través de la cual pueda airearse el cuarto, y sustituirla por la puerta original.
Fabricarla es muy sencillo, tan sólo habrá que saber las medidas del marco y cortar unos listones que se adapten a éste. Después hay que unirlos en sus esquinas con clavos de suficiente largura y cola de carpintero, colocar unas bisagras y comprobar que la puerta puede abrirse y cerrarse con normalidad mientras está fijada al marco.
Una vez haya construido el marco de la puerta podrá fijarle la malla de rejilla con unas grapas y mantener dicha estancia más ventilada. No obstante, es recomendable colocar este tipo de puertas en el interior de los edificios, donde estén protegidas de fuertes corrientes de aire y su falta de seguridad no suponga un peligro, puesto que no poseen la robustez que se les presupone a las puertas de exterior.