Si desea tener sus recetas de cocina o sus dietas siempre a mano en la cocina, una práctica solución consiste en comprar un fichero de plástico, cartón o un material similar, de poco peso, y colgarlo de la pared. La robustez del fichero dependerá de la cantidad de recetas que quiera que albergue, aunque si no va a introducir libros en su interior con uno de cartón bastará, aunque su resultado será menos estético y podrá deteriorarse más fácilmente.
Puede colocar el fichero sobre la mesa de la cocina o en un armario, pero otra solución bastante más vistosa consiste en colgarlo de la propia pared. Para colgarlo fácilmente puede emplear un perfil de aluminio en forma de U. Si no va a aguantar mucho peso podrá colgarlo con una cinta de doble cara, a la que puede añadir pegamento epoxi si quiere asegurar la unión.
Para colgar ficheros más resistentes, o en los que vaya a colocar cosas de mayor peso, deberá emplear tacos y tornillos como sistema de fijación.