Son preparados líquidos compuestos a base de caucho sintético. Su denominación más común es cola de contacto, aunque también se conoce como adhesivo de doble encolado. Se emplean de forma mayoritaria para pegar espumas plásticas, enchapados, estratificados, paneles metálicos e, incluso, para adherir dos materiales diferentes como el corcho y el yeso o el metal y la madera. La capacidad adhesiva de las colas de contacto es muy potente, pero antes de emplearlas es fundamental conocer algunas de sus particularidades para asegurar un encolado duradero.
Formatos diversos
En su mayoría, los adhesivos de doble encolado están disponibles en forma líquida. Es recomendable utilizarlos de esta manera para adherir materiales flexibles como tela, plástico o fieltro. Uno de los inconvenientes de emplear este formato es que durante su manipulación se derrama y se forman rebabas e hilos que dificultan la operación. Por este motivo, es preferible optar por fórmulas tixotrópicas cuya apariencia se asemeja a la gelatina. Así se facilita su empleo, en especial, en superficies verticales.
El inconveniente de utilizar cola líquida es que se derrama y se forman hilos que dificultan la operación
Los aerosoles que contienen cola de contacto son otro formato cada vez más popular. Su empleo es sencillo y más limpio que las versiones anteriores. Su capacidad adhesiva es algo menor, pero es un producto aconsejable para encolar cartón, espuma aislante y tejidos en general.
En su composición, buena parte de las colas de contacto incluyen disolventes volátiles e inflamables. Por ello, para evitar posibles intoxicaciones es preciso utilizarlas en una estancia ventilada y con mascarilla que proteja nariz y boca.
Respetar los tiempos de secado
Para una adhesión correcta y duradera, las colas de contacto exigen un encolado doble. El producto se debe aplicar en las dos piezas que se van a unir. Como orientación, se debe calcular que para cada metro de superficie se necesitan unos 150 g de producto. Para aplicarlo de forma regular, es recomendable emplear un fratás o una llana dentada. Si el soporte es muy poroso, se debe repetir la operación. La primera capa penetrará de forma directa en la superficie y la segunda estará a punto para el encolado.
Si el soporte es muy poroso, se debe repetir la operación
Una vez aplicada, es fundamental respetar los tiempos de secado, entre 10 y 20 minutos en función de la consistencia del adhesivo. De lo contrario, se reduce el poder adhesivo del producto. Mientras se seca, los disolventes de la cola se evaporan, la superficie deja de ser pegajosa y parece haber perdido su capacidad. Sin embargo, es la señal inequívoca de que la cola ya está preparada para encajar las piezas.
Para finalizar la operación, se unen las dos caras encoladas, con cuidado de que la posición de ensamblado sea exacta, ya que el adhesivo reacciona de forma inmediata cuando las piezas entran en contacto y no hay margen para corregir los posibles errores.