De elemento de iluminación habitual en siglos pasados, las velas han pasado a estar consideradas como un objeto decorativo, muy utilizado para crear ambientes en ocasiones especiales. Para aportar un toque personal y llamativo, se pueden decorar con flores y hojas secas que es posible recolectar y tratar de forma artesanal o bien comprar ya preparadas.
Composición floral
Antes de empezar a decorar las velas, conviene realizar diferentes composiciones de colores y formas con las flores y las hojas secas para elegir el diseño adecuado y que el resultado final sea satisfactorio.
A continuación, se calienta con un mechero la parte convexa de una cucharilla y se presiona con ella la vela para derretir una parte de cera y formar un hueco. En él se insertará la primera hoja o flor. Una vez colocada ésta, se presiona con cuidado con la cucharilla para que quede sujeta. Estos pasos se repiten hasta completar el diseño.
Luego se sujeta la mecha con unas tenazas y se introduce la vela durante dos o tres segundos en cera derretida (líquida) para sellar el trabajo. Por último, se coloca sobre una tela o rejilla metálica hasta que la cera del recubrimiento se solidifique.
Una vela artesanal
Para confeccionar las velas hay que derretir cera de parafina al baño María. Cuando la cera está líquida, se pueden añadir unas gotas de aceite esencial con el aroma que se prefiera, sin olvidar que el olor será menos intenso cuando la cera se enfríe y se solidifique. Si se quiere dar color a la vela, también se puede añadir un colorante especial para velas. Para sellar las flores se necesitará parafina derretida, por lo que será necesario reservar una parte de la misma.
Cuando la cera está líquida, se pueden añadir unas gotas de aceite esencial
Después, se debe hacer la mecha, aunque en el mercado se pueden encontrar mechas ya enceradas, listas para utilizar. Para elaborarlas de forma casera, se introduce un hilo de algodón en la parafina caliente. Se saca, se extiende sobre una superficie resistente al calor y se deja secar. El mismo proceso se repite tres veces.
Se vierte la cera derretida en el molde elegido y, para realizar el hueco donde se colocará la mecha, se encaja en el centro una varilla metálica impregnada en aceite, para que no se pegue a la vela. Se deja enfriar, se desmolda y se sustituye la varilla por la mecha.
Otra forma rápida y sencilla de confeccionar velas consiste en enrollar hojas de cera de abeja maleables alrededor de una mecha. Esta técnica también se puede realizar con planchas muy delgadas de parafina.
Con un cuchillo se recorta una hoja de cera en forma rectangular. A continuación, se corta una mecha de algodón de unos dos centímetros, de una longitud mayor que los lados cortos de la hoja de cera, y se coloca sobre uno de los bordes de la misma, de manera que sobresalga por la parte superior de la lámina. Luego se enrolla la cera alrededor de la mecha hasta llegar al final de la hoja. El resultado debe ser compacto.
Para dar más grosor a la vela, sólo hay que añadir más capas de cera
Para dar más grosor a la vela, sólo hay que añadir más capas de cera. Cuando se haya colocado la última hoja, se ejerce presión en el borde para cerrarlo. Si la base ha quedado irregular, se puede cortar con un cuchillo.
En caso de que la vela no esté encerada, se derrite un poco de la cera sobrante y se introduce la mecha en ella, sin manchar la vela. Después, se deja secar en un lugar fresco y se decora.