El mobiliario del jardín, al igual que el del interior de la casa, debe ser funcional a la par que decorativo, además de ajustarse al ambiente que se quiere crear en el entorno que le rodea. Aunque los decoradores huyen de las habituales sillas y mesas de plástico o resina sintética blancas, su practicidad, sin embargo, es innegable. Por ello, desde aquí se van a describir algunas de sus características y posibilidades decorativas.
Está claro que la resistencia no es el punto fuerte de este material, ya que no soporta colocar sobre él recipientes o cosas que contengan ni mucho calor ni mucho peso, sin embargo el sol y la lluvia no le produce daño alguno.
Por otro lado, son fáciles de recoger, ya que son apilables y no requieren ningún mantenimiento especial. Para limpiarlas basta con pasar un trapo húmedo. También son una buena alternativa para espacios secundarios dentro del jardín o de uso habitual si no se quiere estropear otro mobiliario más exclusivo.
Su carácter económico y la variedad en colores y diseños ayudarán a dar un toque más personal y a aumentar el valor decorativo del espacio que ocupen. Además, si cambia los cojines de loneta del mobiliario puede actualizar el espacio siempre que quiera.