El mercado liberalizado del gas y la electricidad va ganando terreno, pero muy poco a poco. Según datos del pasado mes de septiembre, Gas Natural había bajado a una cuota del 57% en gas -desde el 64% de 2002-, donde Iberdrola ganaba terreno, y, entre las eléctricas, sólo Unión Fenosa había perdido peso relativo en el suministro eléctrico. La presencia de otras comercializadoras distintas de los operadores relevantes del sector energético es poco más que testimonial, pese al empeño de la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
Actualmente son 14 las comercializadoras de gas y electricidad que colaboran con la CNE y, desde hace unos pocos días, publican sus ofertas en la página web del órgano regulador (www.cne.es), que difunde las opciones para un cambio de suministrador, posibilidad abierta a partir del 1 de enero de 2003 a todo tipo de consumidores.
Un cliente doméstico -o empresarial- de cualquier provincia española puede consultar las propuestas concretas, y la CNE también le ofrece herramientas para comparar el precio que paga en la actualidad, si se mantiene a tarifa, con las nuevas condiciones que se le plantean.
Si en el registro oficial se han apuntado hasta 60 comercializadoras de electricidad y 30 de gas -coincidentes en su mayoría-, en la lista de las 14 que colaboran con la CNE y difunden sus ofertas en Internet dominan otra vez los grandes. En ella figuran Endesa, Gas Natural, Hidrocantábrico, Iberdrola, Naturgas, Unión Fenosa y Viesgo, presentadas por orden alfabético.
Completan la relación las comercializadoras CyD Energía y Luseo Energía, ambas con sede en Madrid; Enerco Cuellar, de Segovia; las catalanas Factor Energía S.A. y Nexus; Incogás, de Murcia, y Producción Eléctrica del Cabrera, de León.
Plan personalizado
Cuando un usuario se interesa por las propuestas para un servicio conjunto, las comercializadoras le sugieren confeccionarle un «plan personalizado». Después, unas y otras ofertas no se diferencian mucho: las eléctricas proponen kilovatios gratis o descuentos en el consumo (que oscilan, cuando se concretan, entre el 2% y el 3%); las gasistas ponen énfasis en los servicios de mantenimiento y reparaciones, y en alguna propuesta de seguros.
El propio órgano regulador reconoce que no existe mucho margen para que los consumidores domésticos saquen ventajas de la competencia, ante lo ajustado de las tarifas.
Mientras tanto, lo más significativo que está ocurriendo en el mercado liberalizado es el trasvase de clientes, empresas en su mayor parte. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) y los usuarios domésticos se lo toman con calma, y además representan poco en el conjunto.
Así, a 30 de noviembre del pasado año 35.400 pymes negociaban los precios eléctricos y otras 14.200 los del gas, lo que hace un total de 49.600. Entre los usuarios domésticos, la cifra sube a 53.000 en electricidad y 143.000 en gas, con una suma de 192.000.